¿Por qué Colombia tiene el mejor café suave del mundo? Expertos explican las claves que han llevado al café colombiano a tener su prestigio actual

Colombia reivindica producir el mejor café suave del mundo. Y, aunque suene muy categórico, no hay duda de que existe un amplio consenso acerca de la gran calidad de sus cafés. Pero ¿cómo y por qué ha llegado el país sudamericano hasta aquí? ¿Qué hay detrás de la afirmación? Diferentes expertos nos cuentan las principales razones.

«Colombia es el país con el mejor café suave del mundo gracias al proceso de producción y sus condiciones naturales así como la altitud, latitud y temperatura ideales para su cultivo. También por el trabajo del caficultor y de la recolección rigurosa de los granos maduros», dice Parmenio Angarita, director del centro de formación cafetera Educafés en Bogotá. Una opinión muy generalizada en el mundo y que, como otros tantos expertos cafeteros, corrobora Edwin Chaverra, barista colombiano afincado en España, quien atribuye esa etiqueta «a su sabor, fruto del proceso de lavado como método de producción» pero también a «la variedad de los cafés del país y la inversión en I+D».

Ensacando café para su posterior transporte.
Ensacando café para su posterior transporte.

El café de Colombia, que és 100% Arábiga, se produce «en sembrados a una altitud que llega a ser, en ocasiones, cercana a los 2.000 metros (…) en las diferentes vertientes de la tres ramas de la Cordillera de los Andes y en la Sierra Nevada de Santa Marta, que recorren la totalidad el país desde la costa caribeña, al Norte, hasta la frontera de Colombia con Ecuador, al Sur», como explica la web Cafedecolombia.com. Fincas situadas en el llamado eje cafetero cuya cercanía a la línea ecuatorial permite la existencia de microclimas con temperaturas que van de los 18º a los 24º C. «Bajo estas temperaturas se hace viable el cultivo del café y se evita la ocurrencia de heladas». Gracias a estas condiciones Colombia produce un café cuyas «características especiales de calidad empiezan con la selección del material vegetal y genético adecuado» y que exportan sobre todo a Asia y Europa, con Alemania y España entre sus principales compradores. Entre las variedades más habituales, encontramos la Típica, Borbón, Maragogipe, Tabi, Variedad Castillo y la Caturra, la cual destaca, según Chaverra, «por su doble fermentación con un grano sensorialmente muy diferente y que va ganando demanda».

cafe en grano colombia
Cerezas de café acabadas de recolectar.

Pero no todo es atribuible a las condiciones naturales del país. Otro de los factores determinantes para que el café colombiano haya adquirido su prestigio actual en el mundo es el trabajo realizado desde la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia los últimos 60-70 años. «Se trata de un ente con laboratorios, científicos e investigadores que trabaja la parte biológica y agronómica del café y su comercialización mundial. No existe un organismo tan sólido en ningún otro país productor», explica Angarita. Y no solo eso, al contar con «su propio instituto de investigación, Cenicafé, es pionero en procesos de café, cultivo, sostenibilidad y trazabilidad, y es un modelo que otros países están copiando», como remarca el barista gallego Damián Seijas, actual Nespresso Coffee Ambassador y conocedor del país. No es pues de estrañar que, como dice Chaverra, los estándares decalidad sean «extremadamente estrictos y comporten exigentes controles». A todo ello, le tenemos que sumar el marketing y la publicidad con la figura y la imagen de Juan Valdez que tan bien se ha sabido hacer.

«El amor por el café se ha trasladado del productor al consumidor en Colombia»

Más allá de la promoción hay un aspecto menos tangible pero igual de importante para el éxito del café colombiano: sus productores. El mimo y la pasión con la que tratan el café y cuidan sus plantaciones. «Lo que más me gusta del café colombiano es el cuidado, la dedicación y el amor de los caficultores», comenta Chaverra. Un trabajo del que se sienten muy orgullosos y que comparten con todo aquel que les visita. «Te brindan un excelente trato y te abren las puertas de sus casas; están encantandos de enseñarte lo que hacen y las distintas plantaciones», añade Seijas.

Consumo interno de cafés especiales
Y ese amor por el café se ha trasladado también los últimos años del productor al consumidor en Colombia, donde la gente ha empezado a conectar con la nueva cultura del café. «En Colombia los mejores cafés siempre se han dedicado a la exportación; ahora esto está cambiando y la cultura del café y su demanda internas están creciendo», cuenta Chaverra. Y ello se ha traducido en la creación de cafeterías de especialidad, como constata Seijas: «Me ha sorprendido ver cómo en tres años ha crecido muchísimo la creación de coffee shops: han visto en ello una buena manera de promocionar su producto», remarca. Algo que, sin duda, hará aumentar la producción de café y que contribuirá a reforzar el liderazgo mundial de Colombia en la produccción de cafés especiales.

Fotos: Parmenio Angarita / Edwin Chaverra / Damián Seijas

3 comentarios

  1. Gustavo Morales Suaza

    Vale resaltar los cafés del sur del Tolima, municipios tales como Planadas, Rioblanco, San Antonio, Chaparral y Ortega donde asociaciones de productores y productoras están mejorando procesos de recolección, beneficio, empleando diferentes métodos como amielados (honey), naturales, lavados. Seleccionando microlotes con tazas exceelentes

  2. Essence of Coffee

    Gracias por añadir información al artículo, Gustavo.

  3. Estas en el mundo del cafe ?

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