Buenos días familia del café!

Como ya anunciamos hace unas semanas, hoy publicamos una Coffeession de esas que erizan los pelos de la nuca.

El bueno de Iván Fernández, nos envía una de esas Coffeessiones que a más de uno le va a resultar familiar.

Así que sin más preámbulos…

“Puedo contar batallitas de hace 25 años, cuando mi formación barista se limitaba a darle dos veces a la palanca, presionar un poco el café y darle al botón. Saliera lo que saliera era considerado café. Al final de la jornada metíamos la lanceta en un vaso de tubo lleno de agua caliente para ablandar la costra. Cuando estaba en su punto la raspábamos con un cuchillo y rematábamos con el nanas.

En aquellos tiempos de jarras de leche de 1 litro, recalentados eternos y crema para disimular lo que todos (ahora) sabemos, mi pobre sentido común me dictaba cosas muy lógicas.

Cuando alguien me pedía, por ejemplo, un cortado cortito de café… Yo, ingenuo de mí, cargaba solo la mitad del porta. Y cuando me lo pedían cargadito pues imaginad lo que podía llegar a meter. Caía el café cuál gotero de hospital.

Aquella época de americanos interminables de botón continuo y granos en tolva sospechosamente oscuros y brillantes derivó años después en una primera (y básica) formación barista que me abrió los ojos y me prometió una vida de continuo aprendizaje y satisfacciones. 

Una vida que se inició en un campeonato barista pidiendo disculpas en público a todos mis antiguos clientes por aquellas tazas que mi ignorancia les había servido.

Una vida que hoy, día a día, sigo escribiendo y que sé que nunca va a concluir.

-Iván Fernández, es barista y formador en Baristas at work y propietario del restaurante Munts y en los ratos que le quedan libres Iván también colabora como presentador y juez en los Campeonatos nacionales de Baristas Forúm del Café.

Su Q&A:

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