Brasil: el gigante del café Radiografía del mayor productor de café del mundo

La economía de Brasil no se puede explicar sin el café. Ni tampoco el sector a nivel mundial. Brasil se mantiene desde hace más de medio siglo como el gigante del café por excelencia y concentra sobre el 30% de la producción global (este año la cosecha ha llegado a los 55 millones de sacos); además es el principal proveedor del mercado internacional, con Alemania, Italia, España, Estados Unidos y Japón entre sus principales clientes. De sus grandes explotaciones, salen cada temporada millones de sacos que garantizan el aprovisionamiento de café a tostadores de todo el mundo que lo utilizan «sobre todo como base para sus blends -mezclas- y lo valoran por su dulzura y equilibro», como comenta Thiago Amhof, director de Le Mont Café Gourmet, compañía de Coritiba dedicada a la distribución de café de especialidad.

Brasil es el gigante del café por excelencia y el principal proveedor del mercado internacional.

En términos generales, el café encuentra en las zonas cafetaleras de Brasil unas condiciones ideales para su cultivo, «con un clima tropical y terrenos planos donde llevar a cabo una producción industrial y controlada», cuenta Rubén Sanz, director de formación del productor de máquinas de café Quality Espresso y que ha visitado el país en varias ocasiones. «Hay fincas que alcanzan las 2.000 hectáreas, muy mecanizadas, pero también otras de solo una hectárea, donde todo se realiza manualmente», añade Sanz. Además de café, las grandes fincas suelen producir otros cultivos y «pueden albergan centros de ocio y colegios donde van los hijos de los trabajadores mientras dura la recolección del café». «El tamaño medio de las plantaciones es mayor que en otros países», dice al respecto Mateo Martínez, gerente del importador Xorxios, cuya empresa comercializa café mayoritariamente procedente de Brasil. No obstante, a la hora de hablar de calidad, no importa tanto el tamaño de la finca sino «lo que puede ofrecer», añade.

Plantaciones de café en el sur de Minas, en el estado de Minas Gerais. Foto: Xorxios.
Plantaciones de café en el sur de Minas, en el estado de Minas Gerais. Foto: Xorxios.

Martínez remarca que no «se puede atribuir el café de Brasil a un solo origen ya que cada zona cuenta con características propias». Aun así, si nos atenemos a las cifras de producción, nos daremos cuenta que la mayoría procede del sudeste de Brasil y, sobre todo, del estado Minas Gerais, con Cerrado Mineiro, zona da Mata y sur de Minas como localizaciones destacadas. También de sitios como Alta Mogiana -estado de São Paulo- y el norte de Paraná. Son zonas dedicadas a la producción de arábica, más valorada en el mercado y que mayoritariamente se cultiva en el país, aunque éste también produce robusta, conocida como conillon, en estados como Espírito Santo y Bahía. De hecho, es uno de los pocos países del mundo donde se cultivan las dos variedades. Además, cuenta con puertos de embarque, como el de Santos y Vitoria, ubicados también en el sudeste como las principales zonas de producción, para exportar el café.

Preparación del café en verde en un plantación del sureste de Brasil. Foto: Rubén Sanz.
Preparación del café en verde en un plantación del sureste de Brasil. Foto: Rubén Sanz.

Pero el negocio del café en Brasil ha evolucionado los últimos años más allá de la exportación y ha aparecido un gran mercado interno gracias a la mejora de la capacidad de compra de los brasileños, que han empezado a interesarse por los cafés de especialidad. «El perfil del consumidor de café en Brasil está cambiando y aunque la mayor parte de la producción se vende al exterior, ahora se dedica un porcentaje de arábica para el consumo interno», explica Amhof. De hecho, Le Mont Café Gourmet fue una de las primeras firmas en ver ahí una oportunidad y apostar por los cafés especiales que ha conseguido vender en cadenas de supermercados. «Este es un fenómeno que ya pasó años atrás con el vino y más recientemente con la cerveza», añade. Una nueva tendencia que en palabras de Martínez «está llevando a los brasileños a introducirse en la cultura del espresso sobre todo en las grandes ciudades y como alternativa al café de filtro y de segunda calidad que toman». De cara al futuro, tanto Martínez como Amhof coinciden en que Brasil seguirá ejerciendo su liderazgo en el sector pero «con una evolución hacia la producción de cafés de especialidad para mercados como el coreano, nórdico, japonés y americano».

Foto principal: Rubén Sanz.

Un comentario

  1. Jacobo Martinez

    Quiero comprar café natural 17/18

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

uno × tres =