Encontrar un camarero o un barista con síndrome de Down en una cafetería o una feria ya es un hecho cada vez más normalizado. La puesta en marcha del Campeonato Barista Down en 2012 abrió la puerta de la incorporación profesional al mundo de la hostelería de personas con este trastorno genético y puso en valor sus muchas capacidades. Analizamos seis años después cuánto se ha avanzado en su inserción sociolaboral y en qué momento se encuentra un campeonato que sentó precedente.
Y es que Galicia sorprendió al mundo con el primer Campeonato Barista Down. La Fundación Compostela Down y el tostador Cafento pusieron en marcha la primera competición barista protagonizada por personas con síndrome de Down, una iniciativa pionera con gran repercusión mediática y en la que incluso se han inspirado otros países. La competición se llevó a cabo entre usuarios de la Fundación Compostela Down y la asociación Down Vigo a partir de la idea de Carolina Otero, desde Cafento, de organizar una actividad sin más pretención que acercar el mundo del café a personas con síndrome de Down.
El éxito que tuvo ese primer campeonato y su repercusión internacional, sobre todo en medios de referencia del mundo del café, dio alas a la iniciativa y la transformó en algo mucho más ambicioso. De entrada, el campeonato se expandió a otras comunidades, como Asturias, Murcia y Andalucía; y sumando nuevos participantes que desde sus inicios hasta ahora ya sobrepasan el centenar. Pero no solo eso, la competición y el entusiasmo despertado entre los participantes permitía pensar en ello como una posible vía de inserción al mundo profesional. «Desde el primer momento, vimos cómo los chicos y chicas se sentían muy cómodos haciendo de baristas, que les hacía ilusión y al mismo tiempo que se les podía abrir una puerta al mercado laboral dentro de la hostelería», explica Diego López, asesor barista en Cafento y uno de los formadores de la competición. Este año, el campeonato se hará en Galicia, Asturias, Valencia y Córdoba, donde antes de finales de año una cincuentena de participantes exhibirán sus habilidades cafeteras.
Trabajar en hostelería
Pero en la Fundación Compostela Down enseguida se dieron cuenta de que, más allá de mejorar la capacidad de relación y de una actividad lúdica para sus usuarios, los campeonatos podían ser una magnífica vía de acceso profesional de estos al mundo de la hostelería. A pesar de unas reticencias iniciales hacia el sector por considerarlo muy exigente, enseguida descubrieron «cómo el procedimiento del barista encajaba muy bien con las características de las personas con síndrome de Down», como explica Aloia Lema, coordinadora de formación de la fundación. A raíz de la experiencia, decidieron incorporar a su área de formación cursos sobre técnicas básicas en servicios de restauración o bien acerca de operaciones básicas de restaurante y bar para formar a sus usuarios en estos perfiles profesionales. «Los campeonatos han conseguido dar visibilidad al colectivo de personas con síndrome de Down pero sobre todo han puesto en valor todas sus capacidades», subraya Lema.
«Gracias a estos certámenes, 120 personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales han podido formarse como especialistas en el mundo del café en España»
Gracias a estos certámenes, «120 personas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales de toda España han podido formarse como especialistas en el mundo del café», como destacan desde la organización. De ellos, casi una treintena ha tenido ocasión de realizar prácticas laborales en diversos establecimientos de hostelería y empresas del mundo del café. Sin ir más lejos, «Cafento contrata todos los años a chicos con síndrome de Down, normalmente de la Asociación Síndrome de Down de Asturias, para ayudar en el servicio del café de las ferias y que cumplen de sobras lo que esperas de un barista», afirma López.
Lejos de conformarse, el Campeonato Barista Down y sus organizadores quieren seguir creciendo. Tanto Cafento como la fundación son ambiciosos y creen que hay margen para llegar más lejos e incluso mejorar un 2018 que Aloia califica «de año de inflexión» gracias sobre todo a dos eventos: la exhibición de un equipo de baristas con síndrome de Down en el Campeonato de Baristas de Galicia en Foz y la participación en el programa de actividades de Fórum Café en Hostelco, Barcelona. Pero en la fundación también están muy satisfechos de ver cómo sus programas de formación para la hostelería cuajan. Uno de sus alumnos, Daniel, ha empezado a trabajar en una cafetería de Santiago como camarero con muy buen resultado.
Y es que estamos delante de unos baristas realmente «muy metódicos y estrictos». «En lo que tú les enseñas no fallan ni un milímetro», dice López que los prepara a fondo dos horas durante quince días antes de cada campeonato. Y aunque el formato de las competiciones no es exactamente el mismo que en las oficiales, ya que compiten en equipos y sin límite de tiempo, sí que lo son los jueces y el grado de exigencia que se imponen y que «es total: la molienda debe de estar en su punto, el café tiene que hacerse en los segundos estipulados, etc». Dentro de su equipo, «hay un speaker que guía al resto y explica el ejercicio; dos baristas que elaboran el espresso y lo sirven en la mesa, otros dos se encargan del capuccino y, al final, entre todos realizan el combinado». Aun así, López remarca que lo importante no es ganar «sino que sepan hacer un buen café, tratar el producto y que, sobre todo, disfruten la experiencia».
El reto del Campeonato de España
A tenor del crecimiento y consolidación del Campeonato Barista Down en diferentes comunidades desde 2012, los organizadores se plantean organizar una competición oficial a nivel de España con la colaboración de Fórum Café. «Lo vamos a hacer casi con toda seguridad -asegura López-; ellos se lo merecen y sería un premio perfecto; tenemos que normalizar su presencia en el mundo del café a nivel social y también laboral». La fundación, por su parte, expresa su «intención de que el campeonato crezca desde un punto de vista lo más inclusivo y normalizado posible». «Estamos abiertos a los que se nos proponga», dicen. No obstante, Diego apuesta porque «a corto plazo haya un chico o una chica con síndrome de Down compitiendo en un campeonato oficial». El asesor barista de Cafento cree que también que aún queda trabajo por hacer para que los baristas con síndrome de Down estén preparados.
La idea de un campeonato de España de estas características es también muy bien vista por los propios interesados. Manuel Otero, usuario del área de adultos de la Fundación Compostela Down, de 24 años, dice que «le gustaría poder participar en él; sería un reto nuevo y bonito además conocería a gente que sabe mucho de esto, sitios y cosas nuevas sobre el café». A Otero también le encantaría trabajar en una cafetería ya que le «gusta mucho la relación con la gente» aunque tiene claro que «para eso hay que formarse y aprender a manejar bien la cafetera, a hacer cócteles, atender a la gente, etc».
«Canadá ha puesto en marcha una iniciativa similar, un programa de formación y empleo para baristas dirigido a adultos con necesidades especiales.»
El ejemplo del Campeonato Baristas Down ha sentado precedente en el mundo desde su creación como una experiencia precursora en la inserción laboral de personas con síndrome de Down y otro tipo de discapacidades. Inspirado en su modelo, otros países, como Canadá, ya han puesto en marcha iniciativas similares como Made by Mavericks, un programa de formación y empleo para baristas dirigido a adultos con necesidades especiales en Toronto. Justamente, Gerald Fantone, su impulsor, visitó la Fundación Down Compostela durante una semana en 2015 para asistir al campeonato Barista Down y los entrenamientos y conocer en detalle su funcionamiento.
Fotos: Facebook Cafento; Facebook Fórum Café; Facebook Down Galicia
Redacción